Comparto la historia de Anita: No mueras por depresión

Cuando Anita vino por primera vez a mi consultorio, me dijo que, según su médico, estaba a punto de morir. Tenía neumonía aguda y desnutrición severa; el uso constante de drogas ilegales había afectado su circulación sanguínea y tenía poca movilidad en sus extremidades; no tenía fuerza para resistir el tratamiento de varias infecciones y tenía muchas heridas nuevas y viejas, así como una depresión inexorable. Después de unos meses de tratar a Anita, las notas iniciales de su médico parecen ser las de otra persona: deprimida, abusada, traumatizada, suicida, deteriorada, adicta... Ahora me pide que comparta su historia…

Comparto la historia de Kathy: no sufras tu depresión o ansiedad en silencio

Después de haber sido diagnosticada con ansiedad y depresión, Kathy estaba demasiado avergonzada para contarle a alguien su condición, manteniéndola en secreto, hasta que una fatal tragedia reveló cómo otra persona cercana a ella también estaba sufriendo. Ella me pide que comparta esta historia, donde habla sobre su lucha y por qué necesitan deshacer el estigma que malinterpreta la ansiedad y la depresión como debilidades o motivos de vergüenza, para que quienes padecen estas terribles enfermedades, obtengan ayuda oportuna y efectiva.

Cómo se siente la depresión

Cada persona tiene una forma diferente de percibir la depresión. Yo la sentía como un pesado velo gris que cubría todo mi cuerpo y me hacía ver las cosas opacas y oscuras... Hay muchos tratamientos efectivos y debes perseverar hasta encontrar el más adecuado, porque sí hay esperanza. Apóyate siempre en tu psicóloga para superar la depresión. ¡Buena suerte!

Crea un sitio web o blog en WordPress.com

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: