El concepto de proceso viene del latín processus, y es la acción de ir hacia delante, el transcurso del tiempo, el conjunto de las fases sucesivas de un fenómeno natural o de una operación artificial.
El proceso también tiene una variación conceptual en función del contexto. Se puede hablar de proceso empresarial, productivo, de negocio, industrial, informático, evolutivo, médico, legal, etcétera, y cada uno tiene sus propiedades que lo diferencian claramente de los otros.
Un proceso, cualquiera que sea, busca llegar a un resultado que viene de combinar oportunidades, conocimiento, experiencia, lógica, creatividad y voluntad por lograr un objetivo. Para esto, se sigue un conjunto de acciones que se llevan a cabo de forma predeterminada, ordenada y específica.

Todo proceso tiene un inicio y un fin, con las actividades necesarias en medio de estos puntos. El proceso puede ser llevado a cabo una sola vez, o también puede volverse repetitivo, en cuyo caso se puede modificar durante su desarrollo una o más veces para implementar una mejora continua.
Confusiones comunes
Suele confundirse los procesos con los procedimientos y las políticas, ya que, generalmente, las empresas bien estructuradas suelen tener un «departamento de procesos» donde se también se gestionan los procedimientos y las políticas de todas las áreas.
Procedimiento: Acción de proceder o método de ejecutar algunas cosas.
Política: Orientaciones o directrices que rigen la actuación de una persona o entidad en un asunto o campo determinado.
Referencias
Real Academia Española. (2018). Diccionario de la lengua española. Obtenido de Real Academia Española: https://dle.rae.es/
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